martes, 15 de julio de 2008


PERÚ : LAS CIUDADES ORIGINARIAS

CULTURA INCA


Los incas tuvieron un origen mítico, divino. Son dioses quienes les encargan gobernar por sobre las demás naciones y pueblos. Para los incas son dos los principales mitos de origen. "Manco Capac y Mama Ocllo" y "Los Hermanos Ayar”.
Fuera de mitos, cuando la nación Inca llegó a lo que sería la ciudad del Cuzco, la encontraron habitada por otros pueblos, los Antasayas, Ayacuchus, Poques y Lares. Los incas fueron una caravana de emigrantes que a fines del siglo XII huían de Taipicala (Tiahuanaco) en busca de refugio, pues su tierra de origen era asaltada e invadida por oleadas humanas procedentes del sur (Tucumán y Coquimbo), Estos invasores eran los llamados Aymaras.
En la imagen de Manco Capac, el primer soberano, se reúne una larga historia de la nación Inca por consolidarse en su nuevo territorio. La cronología oficial consigna una lista de 12 gobernantes, hasta que en 1532, con la invasión española se rompe con la dinastía.

UBICACIÓN GEOGRAFICA

Límites del Imperio Inca: por el norte llegaba hasta Pasto (Colombia) y por el sur hasta Constitución (Chile ), en el Río Maule..
La región andina, debido a la presencia de la Cordillera de los Andes, se caracteriza por la diversidad de su ecología : costas desérticas , parajes tropicales, altiplanos secos y fríos que a simple vista parecen uno de los ambientes menos propicios para la vida del hombre. Sin embargo, los hombres que la habitaron han demostrado a lo largo de muchos siglos, ser capaces no sólo de sobrevivir en tales circunstancias, sino también de dominar el medio geográfico y de crear una serie de civilizaciones florecientes. La más famosa de ellas fue el Imperio Inca, que ocupó un vasto territorio de América del Sur, que comprende los actuales o partes de los territorios de las Repúblicas de Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile y el sur de Colombia.

CULTURA INCA


Actividades económicas
La base de la economía fue la agricultura; las tierras eran comunales. Cada familia tenía sus tierras para cultivarlas y alimentarse. Las familias más numerosas, recibían mayor cantidad de tierras.
La forma de trabajo de las tierras era la “minka”, es decir, “se ayudaban en las tareas agrícolas en forma comunitaria”. El Portal Fuenterrebollo, nos dice que “… bien cuando un individuo tenía tanto trabajo que no podía con él, o en caso de huérfanos, enfermos y viudas”. “Cuando no se podía cultivar ciertas especies necesarias (las papas, por ejemplo), parte de la comunidad se asentaba en otras zonas. Esta forma de obtener recursos se conocía como “complementariedad ecológica”.
La base de la alimentación inca, fue la papa y el maíz, complementada con carne de auquénidos: llama y alpaca. En las zonas altas de los Andes, se cultivaron y cosecharon hasta 200 especies de papas, que se diferenciaban por el color y el tamaño. Para evitar su descomposición y con fines de almacenarlas o para la alimentación de su numeroso ejército sobre todo cuando salían de campaña, aprendieron a secar y trozar la papa, luego, antes de consumirlas las volvían a hidratar y se cocinaban. Complementaban esta dieta con otros vegetales como olluco, oca, tomate, frijol, zapallo, ají, maní(del cual además extraían aceite), quinua y frutas.
Los incas no sólo cultivaron los terrenos planos o semi inclinados, usaron un sistema ingenioso para cultivar las laderas de los cerros, esta técnica consistía en formar terrazas, denominadas “andenes”, que rellenaban con tierra vegetal que era contenida con muros de piedra. Además de la lana que les proporcionaban los auquénidos, sembraron, cosecharon y usaron el algodón para la confección de su vestimenta. En las tierras correspondientes a la selva alta, sembraron y cosechaban la “hoja sagrada”: la coca.
Mantuvieron corrales de aves (patos y gallinas) y pescaban diversas especies de peces y cazaban aves silvestres. Para mantener tal cantidad de tierras sembradas, los incas fueron grandes ingenieros hidráulicos: mucho de los canales de regadía de la sierra aún hoy, funcionan perfectamente e irrigan las nuevas tierras de cultivo